jueves, 28 de mayo de 2009

Por que hacemos lo que hacemos..


Generalmente, sabemos que no debemos empujar a las demás personas para llegar o pasar primero a donde queremos llegar, o sabemos también que robar es un delito o matar, o incluso, el no pedir perdón cuando hemos cometido una falta, o hasta el mas simple de los hechos como eructar en la mesa o masticar con la boca abierta.

Todos lo tenemos como un hecho y como una invariable de nuestro cotidiano devenir, pero a lo que a veces no nos detenemos a pensar es que muchos de estos comportamientos, tan ordinarios o hasta triviales, como alisarse el cabello o peinarnos para mostrar una mejor apariencia, vienen determinados por condicionantes culturales o hasta religiosas o meramente morales.

De esto se desprende que en la mayoría de los casos, una sociedad funcione de la mejor manera posible, pues las percepciones de "bueno y malo" están ampliamente reforzadas por disuasores sutiles, pero eficaces hasta cierto punto, naturalmente.

Bueno y malo son términos ampliamente relativos ya que están supeditados a el sector o persona que los aplique ya sea para su conveniencia o beneficio, siendo por esto mismo, totalmente inestables y usados a voluntad para justificar o reprimir ciertas acciones de un individuo o de una comunidad o célula poblacional.

Siendo esto entonces..

¿Dónde queda el supuesto libre albedrío?

¿Es o fue una mera ilusión construida para la sutil manipulación de las buenas voluntades?

Generalmente, el libre albedrío queda opacado o hasta pervertido por un mal entendimiento de lo que es la libertad, que tiende a derivarse en la mayoría de los casos, hacia el libertinaje.

Las conductas de cada individuo forzosamente responden (o al menos eso deberían) a lo que dictan sus impulsos y sus necesidades primigenias, puesto que la satisfacción de estas es la pauta primordial.

¿Pero que pasa cuando estas necesidades se contraponen a lo que la rectitud humana ha establecido?

Indudablemente que esto generaría una anarquía impresionante que nos llevaría al caos inmediato, por que hacer lo que queremos cuando lo queremos no es factible desde el punto de vista en que se pondría en directa confrontación con lo que los demás quisieran hacer cuando lo quisieran.

El ser humano es un animal sumamente bizarro, puesto que al parecer es el único ente vivo que causa daño por el mero placer de hacerlo, sin mas justificación alguna que el abyecto disfrute del dolor ajeno.

¿Esto es bueno o es malo?

¿Y por que lo es?

¿Por que es que lo hacen o que e solo que los anima a hacerlo?

Psicólogos podrían afirmar que se deberían a ciertas patologías emocionales que han provocado una seria disfunción de la percepción de la cordura no como un estado, sino más bien como un concepto, algunos sociólogos podrían quizás proponer que se debe a una respuesta lógica a la enorme carga de funcionar como un mecanismo dentro de una gran estructura que los despoja de su individualidad, obligándolos a tomar o asumir actitudes que los hagan blancos de la notoriedad.

Sin duda alguna, cuando vemos una situación así, la mayoría de nosotros (envueltos aun en el suave manto de la moral o ética) no dudaremos (quizás) en condenar y criticar esa actitud irreverente que amenaza flagrantemente las buenas costumbres y la buena educación, pero...podríamos detenernos a pensar por que o que es lo que impulso a esa persona a llevar a cabo tal acción?

¿Y aun más, si conociéramos las causales, comprenderíamos y hasta en un momento dado, llevaríamos a cabo una situación semejante?

A mi modo de ver, el libre albedrío es una mera ilusión, es mas que nada, una utopía que puede funcionar muy bien solo en el papel (tal como es la mal llamada democracia)..

Y podría argumentarse ( con toda razón ) que cada quien tiene el privilegio y potestad de elegir que decisión tomar, pero insisto, aun esta decisión, esta condicionada mayormente por la educación y los preceptos morales que se nos han infundido o los que son adecuados a nuestra cultura particular, limitándose esto a que se encierra en un circulo vicioso de que " Actuó bien para que me miren bien ".

El libre albedrío funciona como tal, cuando esta libre de factores que lo marginen a una simple función autómata de integración.



IMANTHEUS.
(Andres M.V.) Todos los derechos reservados


1 comentario:

  1. Cachorro, interesantísimo como siempre leerte. Fritz Pearls, psicólogo humanista (y en lo particular uno de mis favoritos), habla de que el ser humano es bueno en escencia y sus actos van encaminados hacia lo que es bueno para sí mismo (ser bueno no es sinónimo de no ser egoísta), me parecería mucho al libre albedrío. Ahora, si bien la sociedad nos impone un determinado modo de actuar, en mucho viene también de nuestro propio convencimiento de los actos; las patologías no es sino el resultado de un conflicto no resuelto no necesariamente en la infancia, un exhibicionista es alguien que no tuvo afecto, un psicópata alguien que no tuvo alguien en quién depositar su rabia y un psicótico alguien cuya realidad era tan terrible que tuvo que separarse de ella.

    Yo no llamaría patología al actuar diferente al resto, lo llamaría así más bien cuando ésta conducta es algo con lo que el individuo no está cómodo y aún así la sigue realizandol.

    Creo que todos decidimos por muchas cuestiones, no sólo por lo que te impone la sociedad, la iglesia, el gobierno o todos juntos con pegados, muchas veces un momento de rabia, de dolor, de alegría incluso, puede llevarnos a tomar decisiones que normalmente no haríamos, eso... es impulsividad, que es lo contrario al autocontrol y de cuyo resultado de una noche de copas, nace el libre albedrío.

    Bueno, creo que me he extendido de más en el comentario (y que me salí por la tangente enfocándome a lo mío jajaja), pero creo que éste artículo vale la pena para una o dos tardes de plática acompañados de un aromático café ^^ saluditos!!!

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