martes, 2 de julio de 2013

MIA... LA CULPA

MIA…. LA CULPA……

Mia…. Solamente mia …
La culpa es mia…

Pero tenia tantas ganas de ti….
Tenia tanta sed de tu agua
Y el hambre de tantos años le gano en fuerza
A mi razón que estaba débil y desesperada…
El hambre de un poco de tu vida
Fue mas fuerte que mi sentido y mi razón…
Me venció la locura y sucumbi a tu fragancia
Y a la pasión de tu voz aterciopelada
Que me prometia otra vez migajas de tu corazón…

Y me hice dócil ante ti..
Baje mi guardia
Y cerre mis fauces para que me dominaras…

De la bestia indomable
Un manso galgo de caza…
Baje la mirada mientras acurrucabas mi cabeza entre tus senos
Y sonreías satisfecha por que no te habías quedado con las ganas
De probar a que sabia la carne de este triste lobo carnicero…

No tuve la fuerza para decirte que no…
No tuve el valor para restregarte en la cara
Todo aquello que un dia me dolio…

Quise creer de nuevo….
Quise  creer con este corazón al que yo había por tantos años fortificado….
Pero te di las grietas de mis atalayas
Y como agua que erosiona…
En una sola noche derrumbaste mis murallas….

Yo…. Sabia que tenia que ser asi…

Mia la culpa….

Tenia esa dolorosa certeza
Aun antes de encaminarnos a ese cuarto de un hotel
Que también había sido el epitome de tu fatídica degradación…

Ahora se lo que se siente, Santo dios….
Ahora entiendo como duele, mi señor….

Ahora me toco el otro lado de la moneda
Y coseche lo amargo de mi siembra….

Entendi todo lo que yo había provocado
Y con tus labios escribiste mi epitafio con la tinta de tus gemidos ensayados..


Porque te hiciste un envase vacio
Para pagar con unas horas de ti lo que creiste que con creces me debías…
Por que yo lo sabia cuando te mire a los ojos
Mientras me hiciste creer que me querías…

Por que no tuve las fuerzas para negarme a tus bocados
Por que sabias de que lado mi alma cojeaba
Y tendiste la carnada para acallar las exigencias de tu fatídico pasado…

Por que no tuve valor para decirte que yo no quería solo eso…
Porque te diste cuenta que soy solo un cachorro desamparado…
Que soy un infante en comparación con el diablo que mueve tu pasión y tu deseo.

No tuve fuerzas….
No las tuve….  Dios….

Me vencieron tus labios que prodigos
Se me ofrecieron suculentos..
Me venció el que guiaras con tus manos a las mias
Por tus caderas y su lozania..
Me venció el aroma de tu cuello
Que sin recato ni pudor ofrecia camino a los rincones de tu sexo.

Me vencieron los instintos… Esos que por ti habían encontrado la mas repugnante exaltación..

Esos instintos que burlaron el amor que tantas veces me ofrecieron..
Ese amor que, sincero, me lo daban en una palabra
Aquellas quienes en mi vieron
Lo que tu pisaste hace tantos años y que ahora lo levantabas para jugar de nuevo…

Me vencieron esas fallidas vidas construidas alrededor de tu falsa mistica
Que se agitaban por que querían ser vividas..
Por que vieron la luz tenue de tu linterna para seducirlas
Y quemaron sus alas en el calor de tus piernas que se me ofrecían….

Yo tengo la culpa por ser el mismo imbécil
Que no supo odiarte con el odio que realmente merecías,
Por ser el mismo estúpido que te disculpaba
Y que esperaba tristemente que regresaras a reconocer que sin mi… tu vida no valia…

Mia la culpa
Por dejar que la cacofonía de tus gritos exitados
Retumbaran mucho mas en mis sentidos
Que esa voz de lastimada lucidez,
Mia la culpa por que en un momento dado..
Cuando un atisbo de cordura quiso darme bocanadas de aire fresco,
Te diste cuenta y rasguñaste mi espalda y mordiste mis labios para que la sangre
Matizara ese sentimiento.

Mia la culpa por que te escuche decir otro nombre
Y aun asi clavaste tus ojos en los mios con burla y petulante arrogancia,
Porque para que me tragara mi orgullo
El vaivén de tus caderas se hizo tormenta desbocada
Y gritaste que me amabas justo cuando tus diques se desbordaban…
Y quedaban vacios como para conmigo tu alma…

Mia la culpa…
Mia la maldita culpa…

Pero es justicia poetica
Si quieres verlo de esta forma..

Tu me diste vida…
Tu creaste todo lo que soy…
Era justo entonces que abrieras la puerta
Por la que ahora yo me voy…

FAUSTO MORALES
(AUTOR AMV.)
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